No me gustan los hospitales… Blinddarmentzündung

Nunca me hIMG_9803an gustado los hospitales; son fríos, impersonales y a pesar de no hacer nada acabas muy cansado. Quizás por historias pasadas no les tengo mucho aprecio, y prefiero curarme en mi casa, siempre y cuando sea posible.

No creo que costará mucho alegrar un poco esos edificios de hormigón, con 4 cuadros de colores, 7 cintas rojas o baldosas aleatorias de algún color creo que el ambiente sería distinto. Alegrar las estancias con flores de plástico, decorar los carros en los que se sirven la comida o se toma la tensión, poner periódicos gratuitos en las plantas de los hospitales. Creo que hay mil y una maneras de poder hacerlo.

Siempre me he preguntado cómo serían los hospitales en otros países y si la atención sería igual o no. Pues bien, hace poco menos de un mes tuve la ocasión de comprobarlo….

IMG_9778Hace años, mi hermano mayor empezó a tener dolores en la tripa, después de llamar al médico y que este dijera que no era nada, nos quedamos más tranquilos. A las pocas horas el dolor siguió aumentando, volvimos a llamar al teléfono del Samur, Suma o lo que fuera, que nos habían facilitado anteriormente, y la misma persona que había atendido a mi hermano nos dijo algo así como “eso no es nada, deje de tocar las narices”. Todo por no ir a urgencias y no colapsar más los hospitales. Finalmente decidimos ir al hospital porque la pinta de apendicitis era llama clamorosa.

Efectivamente, al llegar al hospital, el diagnóstico fue claro, apendicitis de urgencia que pasa a ser peritonitis en un suspiro. Es verdad que es una operación que generalmente no conlleva ningún riesgo siempre y cuando la trates a tiempo, ya que si no puede ocasionar algún problemilla más importante como morirte.

Finalmente Caco salió airoso cual campeón castellano y a día de hoy campa libre por los campos con su IMG_9776cuadrilla cubriéndole la retaguardia y disfrutando de un peso menos que tener que llevar consigo. Adiós apéndice, adiós!

Después de mi visita fugaz a España, al levantarme el domingo noté un dolor aguado cerca del ombligo. “será de lo que comí y bebí en España”, algo lógico de pensar. Me fui a comer a un alemán por si acaso no había metido bastante al cuerpo y al llegar a casa el dolor se acentuó. Después de hablarlo durante un rato decidimos que esperaríamos hasta la mañana siguiente a ver como evolucionaba y en función de cómo lo vieran actuaríamos en consecuencia.

¡Vaya noche pasé! Dormir no dormí mucho, lo peor era que si me movía me molestaba o incluso llegaba a doler de verdad. Haciendo de tripas corazón me fui a la academia de alemán y me medio acosté en la silla esperando que el dolor se pasara escuchando hablar ese idioma creado para insultar a los caballos. Cuando volvía de la academia el dolor se acentuó un poco y luego bajo otra vez, ya no sabía que pensar. Con una excusa ridícula llamé a mi hermano mayor para preguntarle cómo habían sido sus dolores cuando le tuvieron que operar y que es lo que había sentido. Además me puse a buscar los típicos ejercicios de apretar y soltar en la zona del dolor, encoger las piernas, etc. Ninguna de estas pruebas me daban el resultado que debiera, aun así Caco me dijo que no me la jugara y que no fuera tonto, que me acercara al hospital por si acaso.

IMG_9774 IMG_9775

Pues eso hice… dicho y hecho. Después de esperar una media hora en el Krotes Kraus KrankenHaus me sacaron sangre, me hicieron una eco y me preguntaron desde hacía cuanto tenía ese dolor. Al rato me dijeron que el apéndice estaba más o menos bien, que los análisis estaban un poco altos pero tampoco mucho…. No tenían ni idea :-/

IMG_9773Si os preguntáis en que idioma hablábamos os diré que en perfecto inglés con palabras mezcladas de alemán. No todos los médicos, enfermeros, voluntarios, etc hablan inglés pero una de las doctoras sí que dominaba bastante y gracias a eso pudimos entendernos sin problemas.

Bueno, si los análisis no dicen nada me voy para casa…. Ja Ja Ja. ¡Tú de aquí no te mueves campeón! Me dijeron que de momento tendría que pasar una noche allí ya que no estaban seguros de nada y que no se querían arriesgar. Por mi parte insistí que en vivía a 4 paradas en Tram del hospital y que en bici podía estar en la puerta en 8 minutos si la cosa iba a peor, que prometía que me iba a portar bien y que no iba a comer ni a beber nada. (Y eso que llevaba desde las 12:30 de la mañana sin comer y ya era las 10 de la noche) No hubo manera de convencer a la médico de que me dejara salir del hospital. Al menos conseguí que un enfermero majete, que me decía que no entendía que hacía en Bremen con el clima tan malo que tiene siendo de España, me cambiara la vía de brazo ya que la que me había puesto la doctora me estaba doliendo como si un Alien estuviera creciendo dentro de mi piel. (ver foto adjunta jejejeje)

En fin, que me tocó quedarme la noche en una habitación compartida con un abuelete, muy majo y en plena forma, que había tenido que sufrir la misma operación que, en principio, sufriría yo a la mañana siguiente.

Vaya noche pasé, me leí la mitad del cuarto libro de juego de tronos del tirón. El dolor había remitido un IMG_9768poco pero era incapaz de dormirme en el hospital y mil y un recuerdos bombardeaban mi cabeza cada vez que cerraba los ojos, Que poco me gustan los hospitales…. Al final a eso de las 3 de la mañana debí de dormirme con el Ibook encima de mí. Por supuesto esto es Alemania, así que a eso de las 5:30 ya había amanecido y sin persianas el sol entró cual caballería de Rohan por la ventana.

Cierto es que me dolía menos la tripa y así se lo dije a los 5 doctores que pasaron a revisar mi estado sobre las 6:30 de la mañana. Todos majetes y todos tocando la tripa y esperando que en algún momento diera un grito de dolor para poder practicar con sus juguetitos en el quirófano. Pues no hubo gritito de dolor ni cosa que se le parezca, de hecho, durante las horas siguientes, el dolor remitió completamente y me dediqué a inspeccionar el hospital; subí escaleras, bajé al lago que bordea la fachada norte del edificio principal, pasee entre los pacientes y acompañantes que bebían café en el bar del hospital, me senté en la terraza del restaurante, tiré piedras desde los árboles que flanqueaban el estanque… el aburrimiento ya era mortal. Descubrí, que al final de los pasillos, había libros que una ONG donaba para que la gente que fuera al hospital pudiera coger cuando quisiera. También descubrí que la música que había en los pasillos venía de radios que los auxiliares había colocado para animar a los pacientes durante el día.

IMG_9769 Cuando pasaba delante del control de enfermería escuchaba que decían “Ese es el chico español pero solo habla inglés y español” en perfecto alemán; yo siempre respondía lo mismo, “Aber spreche ich ein bisschen Deustch” y todo el mundo me miraba sorprendido y al final acabábamos de risas.

Después de otros dos análisis de sangre, uno de orina, otra ecografía y otros tantos reconocimientos físicos, por parte de los doctores, aquello seguís sin estar claro. Iba a dar ya las 18:00 de la tarde y prácticamente no me dolía. Me habían dado de comer unos macarrones con tomate que me supieron a gloria después que le dijera a una mujer majísima que el pescado no me sentaba muy bien al estómago. ¡Bendita mujer!

Busque al doctor y le dije que si me podía ir ya y me dijo que en principio tendría que estar allí otra noche más como mínimo ya que no estaba claro y que no veían signos de apendicitis… ¿en serio?. Tirando de retórica inglesa, promesas futuras, buena voluntad y cara de pena del gato de Shrek convencí al buen doctor de que me dejara irme a casa, que no me portaría mal y que a la mínima que notara en la tripa vendría corriendo hacía el hospital.

IMG_9777Costó pero se consiguió y finalmente me dieron el alta y pude volver a mi querida cama. Solo tengo palabras de agradecimiento para la gente de aquel hospital, nunca, jamás en mi vida me han tratado tan bien y con tanto cariño en un hospital. Hay de todo, eso está claro, pero a mí me tocó la parte buena.

Por cierto la tripa no me volvió a doler de esa manera, mi apéndice sigue conmigo y nunca se supo que fue lo que paso durante 54 horas que recordaré como una aventura más en Bremen.

Europa se desangra….

Hace mucho tiempo, un día que mi madre me recogió en coche para llevarme a casa, charlando sobre lo humano y lo divino, salió el tema de la invasión francesa y de cómo le habría ido a España de haber permanecido bajo la batuta de un estado cuyos principios son liberté, égalité, fraternité. Mi señora madre, estudiosa por decisión propia de la Historia de nuestra era, me dijo tajantemente que posiblemente nos hubiera ido mejor de haber sido otro el destino de España.

Tiempo después, en una comeuropaida de un día de las fiestas del pueblo, volví a preguntárselo, ya que es algo que me sorprendió en su momento. La respuesta de mi madre no cambió, mis palabras, misma explicación e incluso mismo tono. Estaba convencida de ello.

Con el tiempo, y debido a que parte de mis conocidos y amigos se dedican a la economía, me interesé en conocer, de manera superficial pues tengo mejores cosas que hacer, los entresijos del porqué de muchas decisiones del ámbito económico. Sobre todo lo relacionado con la parte que afectaba a la unión europea, ya que desde su fundación, me considero un ferviente creyente de que la idea de la unión europea es el mejor invento del siglo XX.

Aunque en la universidad estudiará economía, micro, macro, estadística, contabilidad y un largo etcétera de asignaturas de carácter similar, nada se parece a lo que luego ves que se aplica en el mundo real. Si lees un artículo acerca de la quita griega, el rescate a Irlanda, la deuda de España, todo se resume a una única palabra. CONFIANZA.

¿Cómo es posible que el destino económico de millones de personas se fije por la confianza que 27 variables tengan sobre 10 variables? SI se traslada a la matemáticas sería como intentar saber qué resultado tendrán 25 millones de variables en función de dos pares de subconjuntos (X,Y) con subíndices limitados. Es imposible. Por mucho que insistan en previsiones, en modelos macros, en tendencias, no se puede saber.

Si seguís un poco la bolsa enseguida ves cómo funciona. De lunes a miércoles todos los periódicos hablaron de la crisis de China y de cómo su bolsa había bajado muchísimo, de que las empresas estaban a coste de ganga para comprar. EL miércoles el gobierno chino paraliza la cotización de una cuentas empresas, inyecta una suma ridícula en comparación de lo perdido y ya tienes un montón de gente que en dos días metió tanto dinero en Chino que produjo la mayor subida del índice desde 2008.

Exactamente lo mismo que pasó con las bolsas europeas. El jueves y el viernes todo el mundo decía que el pacto con Grecia era seguro. ¡Todo el mundo a comprar!. ¿Por qué? Por la confianza, ni más ni menos. No es porque las cosechas este año fueran mejores, ni porque la producción de coches subiera con una reducción de sus costes de producción, ni mucho menos porque el tifón que arrasó China dijera que se iba a desviar. Esto se produjo porque 100 variables o menos, incluso, dijeron que el pacto estaba hecho, que no habría problemas.

Desde un punto de vista práctico no entiendo qué problema hay con que Grecia no pague. Si alguien te debe 10 pesetas y para que te las pague le tienes que dejar otras 100, para eso mejor perder 10 pesetas y ahorrarte la duda de recuperar 90 pesetas. Es lógica aplastante. No entiendo entonces porque se empeñan en que los griegos aumenten una deuda que no pueden pagar, con unos inunion europeatereses que superan la usura y bajo unas condiciones de risa. Si realmente tuvieran miedo de que no pagaran actuarían como lo habría hecho cualquier usurero, pesetero o prestamista que se precie de serlo.

A lo mejor la solución es prestarle 200 y que te lo devuelva con la mitad de intereses en el doble de tiempo, pero dándole el dinero por semanas o meses, como hacían mis padres cuando era pequeño. Así todo el mundo estará tranquilo, porque con 200 pesetas Grecia, además de subsistir, podrá crecer y por ende pagar su deuda.

¿Qué porqué comentaba la reflexión que hacía mi madre? Porque cuando España estuvo en la cuerda floja económica, Francia fue su valedor. Porque fue Francia la que ayudó a Ecuador a refinanciar la deuda extranjera que tenía y porque ahora Francia, es la que está apostando más fuerte por Grecia, porque confía en que si Grecia abrió las puertas a la inversión europea, también será capaz de asumir su responsabilidad.

Europa se desangra, para regocijo de muchos. El problema real no es Grecia, el problema es de base. Cuando no es España aparece Portugal, Irlanda, Italia, Grecia… Existe un problema porque no hay cohesión y porque Europa es un continente que, durante el Siglo XX, y manera cíclica, se suicida como corderos dirigidos por el gran becerro Alemán. Primero fue la guerra del 1914 (Primera Guerra Mundial, que Alemania perdió). Después vino la segunda guerra mundial, que también perdió. Sin lugar a dudas, desde hace varios años, estamos asistiendo a la tercera autodestrucción de Europa, otra vez bajo la dirección de Alemania, solo que está esta vez el nazismo viene de la mano de la economía y la desconfianza.

El problema de Grecia visto por dos griegas residentes en Bremen…

Grecia2Es curioso ver cómo cuanto más te alejas más claro ves el problema. Esto es algo que está más que demostrado a través de metodologías de resolución de problemas, Lean, etc y no entraré a valorarlo porque tampoco es el fin de este post.

Como alguna vez comenté, en clase de alemán, tenemos de todo un poco. Sirios, iranís, indios, rusos, ucranianos, españoles y por supuesto dos griegas.

Ayer tuve la suerte de quedarme un rato hablando con las dos chicas griegas que estudian conmigo en el curso de alemán y como no podía ser de otra manera, el tema de la “deuda” griega, salió a relucir. En este caso me limite a escuchar ya que desconozco por completo la problemática real que se está viviendo en este país.

Una de ellas me comento que efectivamente había problemas porque sólo se podían sacar 50 euros al día, y eso era sólo en los cajeros que te lo permitía. En Atenas no había tanto problema en este sentido porque había muchos cajeros, el problema residía en las pequeñas poblaciones donde no había tantos cajeros. En estos sitios no existía la capacidad de reabastecimiento de dinero necesaria y eso se estaba notando.

Su historia era sencilla, su padre hacía 1 año que se había venido a trabajar a Alemania. La fábrica donde trabajaba pertenecía a una empresa alemana y antes de la crisis ya había empezado a despedir gente hasta que finalmente cerró. Con él, su mujer y sus hijos, emigraron a Alemania tiempo después. Una de ellas con una carrera en química que en Alemania tardará tres años en convalidar y la otra con un año en Medicina que no le valdrá para nada. Además si cualquiera de las dos quiere estudiar en la universidad necesitará al menos un nivel B2.

GreciaRespecto al tema de pagar o no pagar ellas tienen claro que hay que pagar lo que se debe pero que no saben dónde se ha ido el dinero; las obras de las empresas españolas siguen sin terminare, las fábricas de empresas alemanas, holandesas y francesas están cerradas. Las infraestructuras como puertos y aeropuertos, son propiedad de empresas de Francia y Alemania y llevan muchos años sin contratar a nadie, incluso despidiendo a la gente. No saben si ese dinero prestado a servido para pagar a bancos, que a su vez debían algo a alguien. El desconocimiento del porqué de la deuda es total y el sentir general, siempre desde el punto de vista de estas dos chicas, es que se está haciendo demasiado ruido para que bajen más los precios y merezca más la pena, si cabe, “comprar Grecia”.

Grecia, Italia y España fueron potencia mundial… las tres están bañadas por las misma aguas… las tres están en horas bajas o eso se dice. Estoy Empezando a pensar que los alemanes, daneses y suecos vierten algo al Mediterráneo desde Mallorca cuando vienen a ponerse coloraos a base de Sol y Cerveza.

La última frase que Lidia, la mayor de las griegas, me dijo fue I expect if Germany fall down again , Greece don’t want to remember this situation. I hope that we can help us because to live this situation it is very complicate. Algo así como que espera que Grecia perdone a Alemania cuando vuelva a caer y no le guarde rencor.

Pequeñas grandes diferencias….

tiempo Bremen 4.7tiempo Madrid 4.7

Hace 4 días la temperatura de Madrid y la de Bremen era prácticamente la misma, con la única diferencia que en Bremen había una humedad del 50% y en Madrid casi 0%.

Cuatro días despues……

La diferencia es de ¡¡20 GRADOS!! y con la humedad disparada al 98%.

tiempo Bremen 8.7tiempo Madrid 8.7

Espero que sea una pausa y que el verano no se haya acabado ya….:-)

Rompiendo candados…

En Alemania, o mejor dicho en Bremen, todavía no tienen tiendas de chinos como en España. Esas maravillosas tiendas donde puedes comprar todo para la casa, el coche, la bicicleta, la fiesta de cumpleaños, disfraces. Si existe, está en la tienda de los chinos. Una maravilla ya que cualquier cosa, como el candado de una bici, lo puedes encontrar en cualquier barrio de la capital. No defiendo que la calidad sea maravillosa pero por lo menos quitan del apuro y hasta en ocasiones cumplen con creces el cometido para el cual fueron comprados.

euroshop2

Aquí lo que hay es EuroShop, una tienda que suele estar regentada por Bremenianos, donde puedes encontrar cosas de distinto tipo. El problema es que piensas que es un chino pero no, no tienen 200 tipos de destornilladores, tienen 3. No tienen una fuente para horno. No tiene una simple llave inglesa. No tienen de nada comparado con un chino.

Hace dos días, debido a la adquisición de una nueva bici por mi compi de piso, se compraron candados nuevos en el Euroshop. Las bicis las atamos en un árbol que está enfrente del portal y que es custodiado por un millón y medio, aproximadamente, de hormigas y bichitos de dudosa procedencia. Al atar las dos bicis parecía que nada podía fallar….ERROR!

Ayer, después de comer, al ir a por la bici para ir a la academia, me encontré con que la llave de uno de mis dos candados (el nuevo) no abría. Intente con todas las lleves abrir el condenado candado pero mi esfuerzo fue en vano y no me quedo más remedio que coger euroshop1el Tram que pasa por delante de casa y me deja a escasos 100 metros de la puerta de la academia. ¡Qué lujo! Diréis, pues sí, un lujo, de puerta a puerta, directo, sin tener que hacer transbordo pero con dos hándicaps. El primero, que no tiene climatización y cuando hace calor…. Ni la línea 5 del metro de Madrid hace 25 años olía así. El segundo, que si no tienes el abono tienes que pagar 2.60€ por trayecto, es decir que ir y volver a la academia me cuesta 5,20 euros, efectivamente, ¡un lujo!

Cuando volví de la academia cogí todas las llaves y me puse a comprobar una por una. Efectivamente el problema era que todas las llaves abrían un candado concreto, excepto dos llaves que no abrían nada. Solución, “Acércame la multiusos que algo de mi juventud recordaré”

¡¡A que cachondo de la fábrica de candados se le ocurrió cambiar las llaves de un candado!! Hay que reconocer que gracia tiene….

Había hecho pruebas hace tiecandado 2mpo intentado abrir un candado de los chinos de España por un problema de perdida de llaves y tardamos mucho tiempo. La solución final fue pedirle a unos de una obra una cizalla y a base de cortar y cortar cocandado 1n seguir liberar a la bici.

En este caso el candado no se resistió tanto, con la ayuda de un destornillador de los pequeños y después de 10 minutos de forzar el candando e ir desmontando piezas el candado se abrió. La escena de un español en el suelo forzando el candado de una bici en medio de una calle de Bremen era para verla! Qué pena que nadie me hubiera hecho una foto porque no hubiera tenido desperdicio.

En fin, a partir de ahora tendrá claro que la calidad de los artículos del chino es superior a la de los Bremenianos!! 🙂

Última infancia en los pueblos de Castilla.

Al igual que en muchos otros pueblos de la España rural y profunda (tal y como la llaman algunos), en Chércoles y en los pueblos de alrededor, la generación de los 80, será la última que vea desarrollar su infancia al abrigo de los miles de pueblos que salpican la tierra castellana.

Soria, al igual que otras provincias españolas como Teruel, Segovia o Ávila, posee una densidad de población inferior al 0,35%, y este dato a ido en descenso desde hace varias décadas. La tendencia, lejos de invertirse, es que cada vez más las personas emigren hacia núcleos urbanos más grandes.

La Garduña es la revista que se edita en la Asociación Cultural Los Elegantes de Chércoles. En ella, además de información sobre las fiestas y los distintos eventos que se llevaran a cabo, suele venir un artículo. Estos días no escribí nada en el blog porque estuve centrado en escribir este artículo. Líneas que no significan nada más que los recuerdos de dos amigos de la infancia que tuvieron la deferencia de compartirlos conmigo para que yo pudiera escribirlos.

Os dejo el artículo para ver si toco un poco vuestra vena sensible en este día, 7 de julio, San Fermín.

La última infancia de Chércoles

Dos quedamos en el bar, dos de los últimos que habíamos crecido en Chércoles, dos de los tres que siempre estuvimos juntos y que poco a poco supimos que nuestra aventura y nuestra infancia tenía una fecha de caducidad que había sido escrita mucho tiempo atrás.

Chercoles LLavesLos dos nos miramos y en un momento lo vimos claro, ninguno quería irse a dormir, ninguno quería dejar de ser lo que éramos para ser otra cosa. Aquella era nuestra última noche y después de aquellas últimas horas, cada uno tomaríamos rumbos distintos y el pueblo, nuestro pueblo y el alma que en él vive, se quedaría un poco más vacía como había venido pasando desde hace ya muchos años.

Solo una mirada entre hermanos, amigos de toda la vida, primos o parejas puede decir lo que aquella mirada dijo. En un segundo nos acordamos de todas las historias que al cabo de muchos años recordaríamos con el cariño del que se sabe casi único.

La noche de la helada, con todo el pueblo reunido en el bar, donde pasamos uno de los mejores ratos de aquellas fechas. El agua se helaba casi al instante cuando caía sobre el asfalto y la idea estaba clara… congelar más si cabía, las calles del pueblo con cubos de agua. No se podía describir el frío que hacía, ni la sensación de saber que el pueblo congelado era, en parte, obra nuestra. Chiquilladas de niño en ese momento que se transformó en una anécdota que perdurará para siempre.

Las hogueras improvisadas en medio de la calle, remedio inteligente, casero y perspicaz para evitar o directamente deshelar las tuberías que llevaban el agua desde el depósito a las casa de Chércoles. Mano a mano con los vecinos, con nuestros padres, con la familia que éramos el pueblo entero.

El Jabalí que se quedó dormido en la plaza del pueblo y que a la mañana siguiente hubo que espantar. Cómo las madres nos protegían como si aquel animal tuviera la menor intención de hacernos daño y cómo, los pequeños que estábamos, intentábamos escaparnos para ir con nuestros padres detrás del animal.

El rancho que el buen Sixto, el pastor del pueblo, hacía en la casa de la plaza, ese olor que llegaba a Chercoles Arboltodos los rincones y que hacía que el corazón te diera un vuelco porque sabías que significaba que el buen hombre había vuelto de estar con su ganado. Como cuando Sixto bajaba al bar, nunca hubo problema porque no se aclarara con las cuentas, porque tabernero y clientes le ayudaban encantados al igual que él ayudaba, siempre que era necesario, a cualquiera que necesitara una mano amiga.

La burra del pastor y las perrerías que le hicimos, los trozos de pan duro que le dábamos para que anduviera y poder “galopar”, aunque solo fuesen 20 metros, a lomos del animal. Como aquella noche de disfraces, hará ya unos cuantos años, varios muchachos del pueblo la hicieron participar en uno de los mejores disfraces que hubo hasta la fecha.

El horno donde se hacían las perronillas y las magdalenas, el pueblo reunido en torno a él y lo que nos caía de propina para merendar o almorzar. Ese olor que se quedaba en la ropa, que con el tiempo pasó a ser un olor que se quedaba como añoranza de tiempos pasados.

El miedo que pasamos cuando varios lobos empezaron a comerse al ganado, y el alivio y orgullo de pertenencia que sentimos cuando finalmente el problema se pudo solucionar y no fue a más.

Las tardes primavera y de otoño, los que éramos, siempre juntos, haciendo arcos y flechas, jugando al golf, descubriendo sitios abandonados, las horas de frontón, las conversaciones interminables en el calvario, las cocheras que acababan por derrumbarse y las carreras y excursiones con la bici.

Pero sobre todo recordamos cómo compartimos una infancia que no cambiaríamos por nada del mundo y que nos acompañaría allá donde fuéramos. Infancia que con el paso de los años valoraríamos como se merecía, al saber que nosotros íbamos a ser los últimos de una historia que comenzó mucho antes.

Nos despedimos con un abrazo que en ese momento lo significó todo y cada uno pusimos rumbo hacia nuestra casa. Fui fijándome en cada piedra suelta de la calzada, en cada socavón por el que había intentado saltar con la bici, cada puerta que en más de una ocasión había golpeado para pedir esquilo, las ruedas de los tractores aparcados fuera de las cocheras que en más de en una ocasión se congelaron… detalles que sabía que quería retener en mi memoria para poder llevarme una parte allá donde fuese.

Entré a la casa casi sin hacer ruido, ya era tarde y no quería despertar a mis padres porque en algo menos de dos horas nos levantábamos para ponernos en marcha. Me puse el pijama pensando en todo aquello que había visto camino a casa y que no quería dejar de recordar. Poco a poco una sensación de desazón me invadió por completo. Debajo de dos mantas y abrazado a mi almohada, como si tuviera la capacidad de retener los momentos vividos, supe que, por mucho que otras ciudades pudieran darme, nada podría compararse nunca a la infancia que el alma de Chércoles me ofreció, ni a los momentos que, desde entonces, pasaron a formar parte de mi ser.

Yo era uno de ellos, de los últimos y así tenía que ser.

 

@Dedicado a todos aquellos niños, última generación de la infancia de Chércoles.

Ruta de las Hadas (H.Grimm) Parte IV

Dejando atrás el castillo de la Bella Durmiente y el bosque centenario pusimos rumbo hacia Oedelshein, hogar del famoso Gato con Botas. Al llegar a esta pequeña localidad situada a orillas del Weser y de casas de entramado de madera nos dimos cuenta de que aquí se le había olvidado poner el castillo. Dejamos el coche en una de las calles de lo que parecía ser el centro del pueblecito y nos pusimos manos a la obra en pos del famoso Gato.

Después de recorrer varias veces las calles y llegar a orillas del rio y realizar el camino en sentido contrario, nos dimos cuenta de que el único vestigio que había en el pueblo eran dos carteles donde indicaba el camino. Una palabra, por aquel entonces indescifrable, rezaba a los pies de una representación realizada sin mucho arte del Gato con Botas. “RundWeg”. Esto viene a significar algo así como camino circular o simplemente “en redondo”.

IMG_7346

No encontramos más que dos señales y cada una de ellas apuntaba a su homónima. Revisamos portales, casas, señales, hablamos con algún lugareño en algo parecido a lo que debieron de hablar los españoles cuando llegaron a América, pero no conseguimos nada más que caras raras. Recordar que cuanto más pequeño es el número de habitantes de una localidad más pequeño es el número de las personas que hablan inglés, y este no tendrías más de mil o mil quinientas.

IMG_7350

Después de hacer varias fotos a la desafortunada imagen del protagonista del pueblo nos dirigimos en busca de mejor fortuna en pos de Blanca Nieves y los siete enanitos. En este caso, el pueblo, era bastante más grande y un puente de piedra invitaba a entrar en una localidad que se extendía a lo largo de la rivera del famoso río Weser, río que nos acompañaba durante este tramo de nuestra aventura. Gieselwerder, dónde aún perdura el espíritu de Blanca Nieves y los siete enanitos entre el viejo molino y las pintorescas casitas de típicas de la zona.

IMG_7348

EIMG_7351l ayuntamiento, antaño el molino de la localidad, es hoy una gran casa reconstruida que alberga el consistorio y da acceso a un parque desde el cual, las vistas del rio, son espectaculares. Si se tiene la suerte o se busca mejor dicho, las fotografías de la puesta de Sol tienen que ser espectaculares, en nuestro caso no pudimos esperar ya que como colofón nos esperaba una de las mejores partes del viaje, la cena en el restaurante Matterhorn Stübli de Kassel.

Cambiando el chip de nuestras cabezas a medida que deshacíamos el camino recorrido, fuimos pensando en si sería mejor un restaurante u otro y tomamos la decisión de preguntarle a la chica que se encontrara en recepción en ese momento cual, en su opinión, merecía más la pena. Al llegar al hotel preguntamos por un restaurante, cuyo nombre no me acuerdo, pero que en tripadvisor no tenía mala nota y la persona de recepción nos comentó que no estaba mal pero que sólo había estado una vez. Una vez aclarada la opinión acerca del primero le comenté que otra opción que tenía en la cabeza y que no sabía si conocería era el citado Matterhorn. La metamorfosis de Kafka se queda atrás comparado con los que sucedió en ese momento. La alemana rubia, de ojos azules, gesto cordial y amable, se tornó en la cara de una niña que acaba de recordar su mejor Navidad con los regalos a los pies del árbol y la familia reunida en torno a él. Nos dijo que era su restaurante favorito y que había ido varias veces, casi siempre en invierno, que solía estar lleno y que era mejor llamar para reservar. La chica nos dijo entre risas que le estábamos dando mucha envidia y que eso no se hacía, ¡¡por un momento pensé que estábamos hablando con una española!! No indicó que el sitio era un poco caro pero que merecía la pena y que no nos preocupáramos que ella llamaba ahora mismo para reservarnos una mesa para que no tuviéramos problemas. ¡Qué cielo de niña!

Matterhorn StübliCon las expectativas altas fuimos hacia aquel lugar que ya habíamos visto cuando el primer día subimos al complejo formado por la cascada, el museo, los palacios y los jardines. Las banderas de Suiza flanqueaban la entrada y el olor del queso fundido y de la madera curada inundaba la estancia nada más entrar. Esa noche refrescaba, por lo que era maravilloso entrar en un salón que recordaba a la idea que, al menos yo, tenía de lo que sería un restaurante tradicional suizo.

El menú estaba claro, founde, ahora solo faltaba elegir cual. La recomendación de la chica del hotel fue que cogiéramos la tradicional, así que hicimos caso a nuestra guía culinaria personal y pedimos una fondue tradicional y dos entrantes. Los entrantes sopas, una con chile y la otra con hierbas, aunque más que sopas parecían cremas. Las dos estaban espectaculares y aunque la de chile picaba bastante, estaba tan buena que no podías parar de comer aunque la temperatura de tu boca fuera creciendo por momentos.

fondueLa fondue estaba perfecta, con pan a discreción y con las verduras dentro de la fondue (primera vez que lo veíamos). Una cerveza de medio litro para cada uno para regar la cena que ya de por sí era copiosa y una cuenta de 23€ por persona (propina incluida) nos hicieron pensar que, o bien pedimos poca comida para lo que piden ellos o el concepto de caro distaba mucho entre nuestra querida amiga del hotel y nosotros.

Uno, que ama la comida, disfruto como un enano de aquella cena, y a día de hoy todavía recuerdo el olor del sitio y la decoración típica con las mesas y los bancos de madera. El personal vestido con trajes típicos y la familia que comía reunida alrededor de dos fondues.

¡¡¡No hay nada como acabar un día increíble con una fantástica!!! Por si acaso lo dudabais, digerir aquella cena costó lo suyo y al día siguiente el desayuno buffet casi que ni notó la presencia de los españoles y eso que cuando pones a un español delante de una desayuno buffet…. ¡Que tiemblen los que vienen detrás!

El poder del timbre…

Siempre me he admirado a la gente que conduce bien, quizás porque siempre me gustaron los coches y desde hace un tiempo les tengo la admiración y el respeto que se merecen.

La primera persona que admiré conduciendo fue mi padre, normal si tenemos en cuenta que fue el que me enseño a conducir. Tiempo después de sacarme el carné de conducir me di cuenta de que efectivamente trazaba las curvas con una trayectoria medida milimétricamente y rara vez no prestaba atención a lo que tenía entre manos. Respetuoso con los limites, las indicaciones y las obligaciones aunque su coche tuviera 90 o 167 CV. Nunca pasé miedo en ningún de los viajes que compartí con él y no creo que lo pasé jamás ya que ahora soy yo el que intento llevarle 🙂

IMG_8244

La segunda persona fue mi hermano mayor, el me enseño buena parte de la mecánica de los motores y por eso y por su manera tranquila y sin fallos de conducir se ha ganado mi respeto año tras año. Es como IceMan en Topgun, nada le pone nervioso y lleva al extremo la meticulosidad de sus maniobras. Bien fuera con un Citroën C3, un Ford Ka o cualquier otro modelo de coche su manera de conducir ponía de manifiesto en cada gesto y acción que para el conducir, no era solo conducir, era mucho más y como tal así lo llevaba a cabo.

La tercera persona es Miguel Castresana. Ni peor ni mejor, distinto. Si Carlos es IceMan, Miguel es Maverick, nacido con un don innato para la conducción, un “algo” difícil de explicar que hace que la experiencia merezca la pena en todos los sentidos. Trata a su coche como el protagonista de Transporter trata al suyo, fiel reflejo de que para él es casi un ser vivo. Las conversaciones sobre coches que nos compraríamos han sido memorables y dentro de poco, uno de los dos, tendrá más cerca a uno de nuestros favoritos.

Cualquiera de esta tres personas sería feliz en Bremen… sobre una bicicleta! El poder que tiene el timbre (obligatorio para poder circular en esta ciudad) va más allá de cualquier otro que pudieras conseguir incluso con un Hummer. El carril bici es La Vía Lactea de los pilotos que llevan sus vehículos sin importar que o quien puede traspasarla.

Ir montado en tu bicicleta durante los primeros días crea algo de tensión ya que eso del carril bici por toda la ciudad es algo a lo que en Madrid no estamos acostumbrados y por lo tanto choca de frente que la preferencia de la bici sobre el resto de creaciones de nuestro señor se ABSOLUTA.

El termino absoluto se refiere al todo o a la totalidad; durante este tiempo he visto sonar un timbre y que una abuelo que andaba en tacataca saltara cual gacela para ponerse a salvo fuera de la vía del demonio sobre ruedas. No importa que un hombre este descargando la furgoneta, la persona en cuestión esperará a que la o las bicicletas hayan pasado para terminar de descargar la mercancía. La mayoría de las veces la gente que se encuentra cerca del carril suele tener la precaución de mirar siempre antes de cruzar pero, y esto me pasó a mi hace dos semanas, cuando una persona no mira y casi es atropellada por una bicicleta (es que se veía que se iba a meter), pide perdón como si en lugar de haber traspasado la línea hubiera saltado a los profundidades del averno disfrazado de querubín y cantando villancicos.

IMG_8246

El poder del timbre es absoluto, coches, motos, personas de toda clase y condición… nadie se escapa de su control. Incluso, si deseas adelantar a una bici, con un simple gesto de tu pulgar, verás como la otra bicicleta se aparta hasta donde sea necesario con tal de que puedas adelantarla y no entorpecer tu camino.

Lo más asombroso es que si hay algún tipo de bloqueo, las personas que se encuentren andando por la acera se detendrán para que los vehículos de satanás puedan circular ya que ellos son los elegidos.

¡Ay queridos tres ejemplos de conducción! Como os gustaría poder gozar de ese poder, pasear sin miedo al atropello, a los atascos, sin estar alerta del que vino por un lado o el que se marchó por el otro. Que placer sería que pudierais sentir la fuerza que emana de esa pequeña caja con forma de concha, hacer vibrar su mecanismo para dejar fluir toda la energía que hace que cuando vas encima del caballo de La Parca, nada se interpone en tu camino.

En Madrid a 40 grados…

IMG_9737

Eso de pasar de dormir con edredón a dormir encima de la cama cual pollito achicharrado es algo que no tiene que ser bueno.

Había dejado Bremen con 20 grados o menos, ligeras lluvias durante la mañana y un sol que salía de vez en cuando para dar muestras de su existencia, sin grandes alardes pero disciplinado como buen alemán. En Madrid me encontré 40 grados, chanclas y niños sin camiseta disfrutando de lo que debería de ser un verano de verdad.

IMG_9731

A pesar de que sólo llevo dos meses aquí sí que noté una diferencia principal. No fue lo típico de que los españoles gritamos mucho, ni de que España huele a ajo como decía Victoria Beckham, tampoco que los coches fueran más antiguos ni que hubiera más o menos pobreza. IMG_9733La principal diferencia que encontré fue “el verde”, eché de menos el césped, los cientos de árboles formando en las calles y flanqueando las calzadas, los miles de parquecillos improvisados fruto de la naturaleza y de su lucha por perdurar, las riberas del rio con la maraña de árboles que lo cubren y te hacen pensar que la ciudad está a varios kilómetros de distancia, la sensación de estar en un gran bosque de árboles, edificios, ríos y parques.

Madrid me recordó el encanto de algo que no tienen aquí, historia en sus edificios, las calles de la Latina, Sol, Jacinto Benavente, ese encanto de Madrid que solo la capital tiene. Ese aperitivo que se alarga hasta después de la hora de cenar, esas flores que resaltan más que en cualquier otro lugar porque una flor en una calle de Madrid es lujo en estado puro. IMG_9734El camarero que te dice “hola majete que te voy poniendo” mi hizo recordar que estaba de nuevo en mi ciudad. No hace falta conocer al camarero es que en Madrid eso es así y punto. Al igual que la caña bien tirada o el calor que te acompaña hasta la 1 de la mañana.

Bremen huele a comida a cualquier hora, porque aquí comen cuando quieren y cuando pueden, y los puestos y tascas tienen funcionando las cocinas desde primera hora de la mañana hasta que llega la hora de Los Lunnis. No hay momento del día en el que por las 100 calles del centro no huela a Kebab, pizza, salchichas, curry, codillo y cualquier otro olor difícilmente distinguible debido al aceite de motor que utilizan para cocinar. En Madrid una calle te huele a calamares, la otra no te huele a nada, la otra te huele a peña de pueblo después de sus fiestas, la otra a la pescadería de la esquina, a humo de coche, a perfume de dos chicas que acaban de pasar, a la tienda de jabones de la Gran Vía o a la colonia de la famosa marca que se ubica en la Plaza del Marqués de Salamanca.

Cada vez tengo más claro que Madrid es como la playa en Agosto, o te encanta o la aborreces pero no hay término medio, y si vives en ella poco a poco te acabará atrapando o te acabará invitando a irte definitivamente porque la relación no será sana ni para Madrid ni para el inquilino.

IMG_9730

Sé que cuando dejé Bremen echaré mucho de menos “el verde”, correr por la ladera del rio, la sensación de estar en un bosque camino de la academia… pero después del recibimiento de la familia y de mis amigos…. ¡Adiós verde querido!

pues ya han pasado dos meses!

Ironías del destino, ya que un 25 de Abril, cumpleaños de un@s cuant@s amigos mios, boda de una muy amiga mia y dia de San Marcos, viajé para empezar mi miniaventura en las tierras de los trotamúsicos.

Pues han pasado dos meses exactamente desde entonces y ya tengo mi billete para la primera visita fugaz a mi ciudad natal… Madrid. No tendremos playa pero no nos hace falta porque nos tenemos los unos a los otros y cada barrio es una ciudad distinta, con sus bares, sus tiendas, sus personajes, etc. Si tienes la suerte de tener amigos en barrios distintos de la capital descubriras muchas maneras distintas de tirar una Mahou porque no sabe igual cuando la dejan correr que cuando utilizan la espatula, cuando le sueltan gas que cuando «tumban» el vaso, el que te da la caña rebosando con el que te la sirve para enmarcar, … hay cien Madrid dentro del mismo.

En estos dos meses he pasado por Bremen, Kassel y la ruta de los Hermanos Grimm, Colonia, Berlin, Lübeck, Hamburgo, Copenhagen, Praga y finalmente acabo la primera etapa de la aventura en Madrid, donde todo acaba y donde todo empieza.

Hace casi dos meses empecé a escribir este blog y continuaré haciéndolo mientras pueda para que me odieis un poco más viendo los post en facebook, twitter, WordPress, … desde entonces he escrito la nada despreciable cifra de 46 entradas, he tenido casi 2200 visitas, casi 800 visitantes y 32 comentarios. Lo mejor y lo que más ilusión me hace es poder ver el mapa que muestra desde donde se accedió al blog. Os pego un pantallazo para poder compartilo con vosotros ya que me hace pensar mucho en la cantidad de amigos y famlia que tengo dispersada por el mundo al igual que lo estoy yo.

Mapa entradas Blogs

¡Si os gusta una entrada no os corteis y compartirla donde más os apetezca! ¡El conocimiento humano pertenece a la humanidad!

Si más me despido durante dos o tres días que estaré con mi familia y amigos.