De barbacoas a 15 grados…

¿Os acordáis de esas barbacoas a principios de Mayo y Junio donde el calor empezaba a apretar y la camiseta sobraba? ¡Pues yo no!

Al igual que en Esparta, ¡esto es Bremen! Y aquí las barbacoas se hacen cuando no llueve… mucho. Literal.FullSizeRender4Todo el mundo me había dicho que al empezar el “buen tiempo”, las orillas de Weser se llenaban de grupos de todo tipo disfrutando de una barbacoa en buena compañía. Lo que no me habían dicho es que “cuando empieza el buen tiempo” significa, cuando hay más de 12 grados y no llueve ni nieva.

FullSizeRender3Desde el primer día que puse un pie en el aeropuerto de Bremen, en mi cabeza, la idea de hacer una barbacoa se repetía incesante en mi cabeza como si Georgie Dann hubiera encontrado un nuevo filón para la canción del verano. ¡Quería hacer una barbacoa!

Lo normal es que por estas fechas, tanto en chalets, como en terrazas de amigos ya hubiéramos hecho dos o tres barbacoas y el gusanillo hubiera ido disminuyendo en intensidad. La terraza de Hafner, el chalet de Torre, la casa de Lelas… ay qué recuerdos, ese Sol que calienta incluso al nivel de la barbacoa, el olor de la ropa que no se vaya hasta que ha sido lavada en varias ocasiones, los trucos del secador y del aceite y por supuesto el género que se cocina.

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En Alemania lo típico son las salchichas por lo que lo normal es ver a grupos asando principalmente salchichas y con una cantidad de cervezas solo vista en el cumpleaños de Nacho, Lelas y Bolli. Creo que por cada salchicha beben 3 cervezas, y así les ves volviendo por la acera con unos carritos hasta arriba de cervezas vacias. ¿Qué porque no las tirán al contenedor? Pues por aquí pagas por el casco y si quieres que te devuelvan ese dinero, tienes que devolver el casco, botella o lata de la cerveza en cualquier supermercado habilitado para ello. Es curioso ver en bicicleta, en coche o andando a personas de cualquier edad y clase con cantidades incontables de recipientes para reciclar. De hecho hay una persona que debe de montar unas fiestas increíbles porque ya le vi tres veces con la bici llena de bolsas colgadas y rebosando de cervezas de todo tipo. ¡Tengo que hacerme amigo de este chico porque seguro que las fiestas son memorables!

Finalmente este Domingo hicimos de tripas corazón y nos juntamos 4 valientes Spaniards con la intención de dirigimos hacia la orilla del Weser para realizar nuestra primera barbacoa. Una leve llovizna nos acompañaba en el camino y la amenaza de una lluvia torrencial estaba presente entre nosotros. Era una niebla con alma de pesadumbre que parecía decirte que hoy no sería tu día.

FullSizeRender5Después de montar el chiringuito como buenos domingueros y comprobar que no éramos los únicos haciendo barbacoa aunque si los únicos foráneos, empezaron los fuegos, nunca mejor dicho. Aquí venden barbacoas de un solo uso, 2,95€ en el REWE para más información. Es una bandeja de aluminio con un alambre que hace de soporte con cuatro patas para no apoyarla en el césped directamente y con carbón y unos papeles que actúan como activador del fuego. Además por encima tienes la rejilla para poder poner lo que desees cocinar.

FullSizeRender Empezamos mal, el papel activador de fuego no activa nada… solución, como en España, somos Spaniards. Papel de periódico debajo del carbón, más periódico para abanicar y listo, ya teníamos nuestras brasas preparadas. He de decir que funcionó perfectamente, las salchichas empezaron a salir para el disfrute de los comensales y debieron de estar buenas porque ninguno se quejó. Salchichas pequeñas con especias, salchichas blancas con queso en su interior, salchichas típicas para ser utilizadas como currywurst, patatas fritas y cervezas. No hubo queja en el menú.

FullSizeRender2El tiempo respetó y unos no muy fríos 16 grados con un techo de nubes a ras de nuestros gorros, disfrutamos de nuestra primera barbacoa. Poco después de dar buena cuenta de las salchichas y las cervezas, el dios maya Chaak decidió que ya estaba bien de respetar y empezó hacer soplar el viento y a volver a amenazar lluvia en el horizonte. A nosotros ya nos daba igual, la barbacoa estaba hecha y podríamos irnos a casa con la panza repleta felices y contentos de haber podido, por fin, hacer nuestra primera barbacoa con una meteorología en el que en España hubiéramos ido al cine o al bar.

No será la última y las siguientes esperamos que sean con Sol y que vosotros las veáis!

De aviones y pilotos… que en Bremen tambíén hay!

Marugan

Se dice que el vínculo que se crea entre profesionales de la misma rama cuando se está estudiando es más fuerte que cualquier otra relación forjada en un tiempo tan reducido… Creo que mucha culpa de ese tipo de relación la tienen las mil anécdotas que se viven mientras compartes mañana, tarde y noche.

Con Raulito, según el «mi piloto favorito», viví una experiencia anecdótica que en su momentos nos puso la vida del revés. Cada vez que un compañero piloto o mecánico de vuelo se va con el resto de compañeros a cuidar de los que siguen volando me acuerdo de ese día y de alguno más que en su momento contaré.

Raulito

Cuando quieres sacarte la habilitación de instructor, necesitas tener 200 horas de vuelo mínimo. Al acabar el curso de piloto comercial tienes 170 horas, por lo que te ves «obligado» a tener que hacer 30 horas ¡tú solo! Esto implica que puedes llevarte a familia, amigos,… y por supuesto a compañeros pilotos. Uno de esos días nos decidimos por Marugán, pequeño aeródromo de los campos segovianos que recibe su nombre del pueblo cercano. Allí hicimos varias «tomas y despegues», nos paramos en el aeródromo a tomar una Coca-Cola y charlar un rato con el dueño y nos dispusimos a volver al aeródromo de Cuatro Vientos.

Una rápida revisión exterior, todo los parámetros en verde y dentro de límites, leve tirón de los mandos de vuelo…. ¡ya estábamos volando de nuevo! En ese momento nada más importa, solo tú y el avión, y el resto del mundo se disipa para ti. ¡¡¡¡TAC-TAC-TAC-TAC-TAC!!!! Un ruido sordo, como de chapa metálica golpeando o de hélice partida o de un motor a punto de explotar, cualquier cosa podría explicar ese sonido. Cabe decir que con poco menos de 200 horas que tendríamos cada uno, no estás preparado para imprevisto y menos cuando a los 10 segundos de estar volando el mismísimo Thor golpea con furia en alguna parte de tu avión.

152

Raulito y yo nos miramos y nos quedamos de piedra, empezamos a mirar todos los indicadores que había en el panel, incluso los que estaban rotos. Eso es algo que todo piloto sabe, en las avionetas siempre hay algo que no funciona, pero no pasa nada, si tampoco es tan importante…te dicen los dueños. Todo estaba en orden, entonces ¡Que suena!

Como os imaginareis Thor con su martillo estaba ocupado rodando la primera parte de su saga por lo que tenía cosas mejores que hacer que perder el tiempo golpeando un Cessna 152 en medio de algún sitio de la provincia de Segovia. Como la navaja de Ockham dice “la explicación más sencilla suele ser la más sencilla”. El cinturón que te colocas tiene dos cintas, la de la cintura y la del pecho. La cinta superior, la del pecho, no suele tener mucha fama entre los pilotos, así al estar suelta y cerrar la puerta para empezar a despegar, esta se había quedado fuera. Lógicamente al coger velocidad, la cinta empezó a oscilar y enganche metálico del final de la cinta empezó a golpear con la parte exterior de la avioneta….

El suspiro de alivio al darnos cuenta fue como para crear una borrasca de magnitudes épicas. La anécdota, esta vez, acabo bien pero por desgracia a algunas que no siempre acaban bien y cuando esto pasa, este en Bremen, Madrid o Toulouse, me acuerdo de aquellos con los que compartí muchos años de ilusiones, esperanzas, madrugones y apretones de último momento, pero sobretodo compartí el sueño de volar.

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