De antiguos ídolos que acabaron en amores…

Corría el verano de 1995, yo tenía 14 años y se acababa de anunciar en todos los medios, tanto escritos como audiovisuales. Alfonso Pérez Muñoz, jugador del Real Madrid Club de Futbol, se iba al Real Betis Balompié. El curso siguiente ya no le vería vestido de blanco, ¿cómo sería eso posible? ¿Cómo iba entonces a poder disfrutar de sus mil regates? El Betis había hecho un esfuerzo muy grande ya que acaba de volver a subir a primera división y necesitaba gente con calidad suficiente para mantenerse.

Ese año, por aquello de ver a Alfonso, vi un par de partidos del Betis, pensando que al año siguiente volvería la Madrid. Iluso! Por aquel entonces un chico llamado Raúl ya se había hecho con el puesto y difícilmente iba nadie a arrebatárselo.

betis

La temporada pasó y el Betis siguió contando con los servicios de Alfonso Pérez así que no me quedó otra que seguir viendo al Betis para poder ver a mi jugador favorito. He de decir que ni mucho menos pensaba que fuera el mejor, pero es que cuando eres un niño o un chaval te da igual que sea el mejor o no, es tu jugador favorito y cuando juegas con tus amigos te lo pides y ya está, si está en el Pc futbol pagas 10 veces su valor para asegurártelo y si juegas al Pro o al FIFA marcas todos los goles con él. No se explica, se siente. Solo es entendible si intentamos explicar porque los padres son superhéroes para sus hijos, a sus ojos lo son y da igual que haya más.

En fin que una cosa llevó a la otra y seguí viendo al Betis incluso cuando en la temporada 2000 Alfonso se fue a jugar al Barcelona, ya era tarde, supongo, y el espíritu verdiblanco había calado hondo en mí. He de confesar que algún partido del Barcelona sí que vi para ver si Alfonso tenía alguna oportunidad de jugar, pero nada más lejos de la realidad. En las dos temporadas que estuvo en el Barcelona apenas jugó 20 partidos y casi nunca de titular. Un pena el desperdicio de talento…

alfonso2

Después de un año de infierno en segunda división, el Betis, volvió a subir a primera y poco a poco se hizo un sitio entre los grandes. En la temporada 2004-2005 llega la anécdota que da sentido a este post. En el estadio Vicente Calderón, un 11 de junio de 2005 a las 21:00 de la noche y después de haber dejado en el camino a equipos de la talla del Athletic de Bilbao, El Real Betis Balompié ganó la copa del Rey contra el Osasuna. Más feliz no podía estar y más solo tampoco, mención especial para mi padre que vió conmigo el partido y fue el que me animó a colgar mi bandera del Betis por la ventana y, por lo menos, pegar un par de gritos por aquello del desahogo. Como os imaginareis, un partido Betis Osasuna despierta tanto interés en Madrid como la final de hockey hielo entre Noruega y Finlandia.

En la calle no sonaban cánticos, durante el partido no había gritos y en los penaltis nadie ajeno a mi familia gritó GOL. Un pequeño reducto del beticismo existía en el corazón de un chaval que hubiera dado lo que fuera por haber estado en el Estadio Vicente Calderón aquel día.

bandera betica

Este año, para los que no lo sepáis, el Betis vuelve a primera, y este año, desde Bremen también alcé mi bandera de bética al cielo y la colgué por la ventana, porque como me dijo mi padre aquel día de la final de copa. “Si no molestas a nadie y estás orgulloso no tienes por qué dejar de hacerlo”. Así que esta bandera va por ti y por el Betis!!

@Lo bueno de ser del Betis y no ser sevillano es que me alegro cuando el Sevilla gana.

y sobre Alfonso os diré que…

– El estadio del Getafe lleva su nombre por votación popular del pueblo de Getafe cuando este solo tenía 26 años.

– Puso de moda las botas blancas.

– Clasificó a España para los octavos de final como primera de grupo.con un golazo de volea (luego caimos ante Francia).

– Cuando jugaba en el Betis el Sevilla estaba en posiciones peligrosas, cerca del descenso, y Alfonso dijo que le gustaría que el Sevilla se salvase. Al presidente no le gustaron las declaraciones y Alfonso jamás se retractó porque era más bueno que el pan.

– En 1992 consiguió la medalla de oro en las Olimpiadas de Barcelona.

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